Hay calidad cuando dentro del lapso establecido logramos alcanzar todas las competencias y un poco más allá. Hay calidad cuando lo que hacemos lo creamos con el corazón, entusiasmo y pasión. Se siente la calidad cuando incide en la cotidianidad, en los procesos, en los espacios, en la gente y sus relaciones de producción y crecimiento, se siente la calidad cuando brillamos desde dentro, con nuestra luz interior reflejada en los hechos constructivos que mantienen la paz. Hay calidad cuando el equilibrio se logra con el consenso de todos y fluyen las cosas en un desarrollo posible, productivo y plausible. Hay calidad, cuando el horizonte es claro, alcanzable, pletórico de oportunidades de crecimiento, evolución y descubrir de saberes. Hay calidad cuando el tiempo se acorta logrando resultados excelentes dejándonos satisfechos en el proceso. Hay calidad cuando los líderes saben escuchar, procesar y responder asertivamente a las necesidades del equipo para llegar con éxito a las metas propuestas en consensuado crecimiento, madurez, progreso, evolución y sabiduría universal. Hay calidad cuando sabemos de manera clara, verdadera, sentida y entusiasta a dónde vamos, cómo lo lograremos, con que quienes y que espacio tenemos para llegar. Hay calidad cuando desde adentro surge la excelencia para derrochar.
Antonio Malaver Hernández
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