La situación que se presenta con relación a la
elaboración y ejecución de algunos proyectos educativos integrales comunitarios (PEIC), es que en algunos casos
su redacción es llevada a cabo por una sola persona, quien basada en el esquema
de elementos constitutivos del PEIC, se dedica a elaborarlo un documento carente
de la construcción colectiva, pues no es multivisional, ni se hacen las
triangulaciones necesarias para que de por un colectivo de actores
comprometidos e involucrados con él. Esto sucede mucho y he ahí una debilidad
del mismo.
El PEIC involucra una serie de actividades de
inmediato, mediano y largo alcance, para plasmarlo en una obra real, que
obedece a sus objetivos, misión y visión de la escuela.
El inicio de un PEIC se convierte en una
oportunidad única y estupenda para poder encontrar vías diferentes de dialogo,
acuerdos, alianzas, compromisos, resolución de problemas que permitan la
fluidez de los procesos, pedagógicos, andrológicos, administrativos,
comunitarios y de convivencia armónica integral.
Pues cuando todos los actores del proceso de
construcción y desarrollo del PEIC se sienten involucrados, comprometidos con un
amplio y llano sentido de pertenencia al mismo, es casi seguro un éxito el
mismo.
El PEIC involucra un cambio de paradigma en muchos
aspectos de la práctica educativa, pues se convierte en un sustento organizado,
sistematizado y pertinente de acciones, actividades e innovaciones para lograr
aprendizajes, efectivos, eficaces, afectivos adecuados a la realidad de le escuela,
la comunidad educativa , del sector y
del país.
Con el PEIC se construye la historia de la
escuela, una parte de su entorno, su epónimo, las ancestrales personas,
docentes, discentes que dieron origen a
ese emprendimiento educativo que tiene como resultado la escuela de hoy. Las
anécdotas se van convirtiendo en capítulos certeros del libro histórico de la
institución, por eso es importante conservar la memoria histórica de la
escuela, a través de archivos, fotografías, cartas, documentos, escritos que
evidencien su desarrollo a través del tiempo. Estos elementos se convierten,
también, en recursos que se pueden utilizar para genera aprendizajes
significativos, constructivistas y pertinentes para todos.
El
compromiso es un valor que se debe fortalecer en todos los involucrados con el
PEIC; lograr ese juramento interno para saberse parte activa del proyecto,
implica un verdadero aprendizaje, personal e intimo; pues sin el compromiso de
todos se hace cuesta arriba, sino imposible, el desarrollo del PEIC; de ahí su
importancia de tener en cuenta clara y diáfana como es el compromiso real,
verdadero y demostrable de todos. Se debe reforzar, animar, recompensar para
que no deje de florecer, pues así se logra su permanencia en el tiempo.
Existe un paso de crucial importancia, el cual
consiste en develar o desnudar la situación en la que se encuentra la escuela
con relación a los aspectos amenazantes o externos, de debilidad o internos,
así como, los de oportunidad externa y
de fortaleza interna. Es necesario tener bien claro cuáles son estos elementos
y saberlos ubicar en el análisis FODA o DOFA.
Este análisis permite ver la realidad de la
escuela, en su contexto con relación al entorno real y visualizarla como un
elemento más que forma parte activa e importante de la comunidad en la cual
está inmersa.
7-7-2012-Antonio J. Malaver H.
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